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Probidad en los cargos públicos: ¿mito o realidad?

Artículo escrito para 2º Versión Revista Sinérgica
Centro de Alumnos 2006 Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
www.caaicapucv.blogspot.com


Probidad en los cargos públicos: ¿mito o realidad?

La probidad, asociada al “principio de la buena fe”, exige una conducta recta y honesta de quien debe tomar decisiones, estas en un marco de transparencia, neutralidad y objetividad. Dicha definición abarca la integralidad y honradez en el actuar. En nuestra carrera, los principios de ética en los negocios son datos que siempre salen a la causa, especialmente en nuestra formación profesional por las características inherentes de nuestra profesión: influyentes en las decisiones de organizaciones, en el manejo del poder e información y del dinero.

El mundo siempre ha estado enfrentado a la siempre y nunca bien ponderada corrupción de las personas e instituciones. Dicha definición, por cierto, es el antónimo de probidad. Las instituciones, más allá de eliminar dicho flagelo, han tratado de limitarlo o contenerlo, con resultados dispares en la historia de nuestra humanidad.

Hoy Chile y el mundo, en todos sus ámbitos se enfrentan a este mal endémico que la historia conoce de buena manera. Codelco, Gescam, MOP-GATE-CIADE, CORFO-Inverlink, Chiledeportes, INDAP, Indemnizaciones a nivel nacional, Worldcom, Enron, VolksWagen a nivel internacional. Presidentes forzados a renunciar (Alan García y Fujimori en Perú, Collor de Melo en Brasil, Bucaram en Ecuador y tantos más…), ministros involucrados en escándalos, el fútbol y manejo de resultados (En Italia la Juventud se fue a 2º División)…hasta la iglesia se ha visto enfrentada a este mal. Ejemplos de una situación, que en momentos, parece inmanejable.

Chile históricamente se ha caracterizado por su buena evaluación en materias de transparencia en el manejo de estos temas. Durante estos días, Transparencia Internacional ha entregado como todos los años el “Índice de Transparencia” en el cual Chile, al igual que Estados Unidos, se sitúa en el lugar 20 a nivel mundial en Transparencia de sus instituciones y 1º a nivel latinoamericano, de un total de 163 países encuestados, aunque en el caso de nuestro país, durante los últimos años se vive un estancamiento en los avances con dicho problema. Sus resultados son alarmantes, ya que casi la mitad de los países encuestados obtiene menos de 3 puntos (de un total de 10 posibles) en su percepción de corrupción. Se concluye también que mientras más pobreza y debilidad institucional en los países más corrupción. Los países menos corruptos son Finlandia, Islandia, Nueva Zelanda, Dinamarca y Singapur, a la vez los países que muchas veces nuestras autoridades han puesto como ejemplos a seguir en el camino de esta larga y angosta faja de tierra al desarrollo

Ningún país esta libre de corrupción y por cierto a priori, en el caso de Chile podríamos estar satisfechos con los resultados obtenidos. El sentido común nos dice que dicha posición no es la correcta y marcadamente se hace necesario que la probidad, la ética y la transparencia se impongan en el funcionamiento de las organizaciones y de quienes las dirigen, las personas.



Hoy más que nunca, como diría la Presidenta Bachelet, debemos hacer presente lo indigno que es la corrupción y en estos momentos de crisis, aprovechar la oportunidad de mejorar los procesos, la regulación y la institucionalidad. La política de “esconder el polvo debajo de la alfombra” ha llevado a que en varios países, muchos de ellos vecinos, la crisis haya quebrado lo poco que quedaba de institucionalidad y los haya alejado aún más del objetivo más al largo plazo que tiene cualquier país en vías de desarrollo: el desarrollo económico.

El establecimiento de mayores atribuciones de control en las instituciones, la independencia en esta, la profesionalización de la gestión en todos los ámbitos dominada por las capacidades y no por el cuoteo ni los “pitutos”, una verdadera justicia, más rápida, eficiente y expedita, el establecimiento de códigos de conducta en los grupos intermedios y de penas ejemplificadoras a quienes caen en este flagelo son caminos para contener o limitar esto, más aún de quienes eligen el servicio público como una forma de aportar al desarrollo del país. Las señales que capta la sociedad son claves para el desenvolvimiento de cada uno de estos. Por ende, el “caiga quien caiga”, hoy más que nunca, debe ser el criterio a tener en el futuro de nuestro país y en el Chile del 2010.

Carlos Aparicio Puentes
Egresado de Ingeniería Comercial




Posted by Picasa

2 comentarios:

At 11:17 p. m. Anónimo said...

Carlitos: No voy a opinar de los artículos posteados por ti, porque tú sabes mis pensamientos. Sólo quiero desearte éxito por que hasta hoy eres un gran precursor. Estoy orgulloso de haber sido tu compañero en el Liceo Lastarria.
Nosé si estoy ubicado escribiendote aquí, pero no encontré otra forma...
César Claude

 
At 6:37 p. m. Anónimo said...

Esta interesante. Hoy (28 feb) sale un artículo sobre la beca presidente de la republica en el mercurio que creo que deberías ver porque tiene que ver con este punto.

Muy interesante tu blog.

saludos

LUIS RAMIREZ
http://luisramirez.cl/blog/

 

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