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Frecuentemente hemos criticado la política medioambiental de nuestras autoridades, especialmente en Santiago, una ciudad saturada de contaminación, donde sus niveles de polución ambiental en ocasiones alcanzan niveles críticos para la salud de su población, que la convierten en la tercera ciudad latinoamericana más contaminada después de Mexico DF y Caracas y 15º en el orbe. Y lo más preocupante es que dicho problema se está extendiendo otras ciudades de nuestro país.
Es indudable no destacar, por cierto, la constante disminución en los niveles de contaminación y polución ambiental en Santiago bajo la autoridad concertacionista. De 40 preemergencias ambientales en 1990 alcanzamos actualmente solo 4 en 2005. Y esta disminución pasó en gran parte por el esfuerzo primeramente de la autoridad gubernamental, que motivó a la utilización de materias primas menos contaminantes, inversión tecnológica por parte de las empresas de filtraje en sus procesos productivos, y de los empresarios,en la modernizacion de sus flotas (que en la década del 90 invirtieron casi US$2.200 millones) y homogeneizacion del servicio prestado. Por otro lado, la mayor inversión en infraestructura presente en la capital, que permitio pavimentar miles de Km de asfalto, construir 2 líneas completas de Metro y extensiones a las existentes, por un monto total superior a los US$2.000 millones, autopistas urbanas que actualmente le están dando mayor rapidez a nuestras ciudades, asociadas a importantes montos de capital invertidos. Solo en las 4 autopistas urbanas: Autopista Central, Costanera Norte, Vespucio Norte y Express la inversión alcanza los US$1.000 millones. En suma, casi US$6.000 millones en estos tres casos particulares. Y finalmente llegamos al Transantiago: una obra simbólica del Gobierno de Ricardo Lagos que promete cambiarle la cara a nuestra ciudad.
El Transantiago promete estructurar todo el Transporte Público capitalino. Primero, convirtiendo al METRO en eje estructurante de toda la movilización. Segundo, convirtiendo al Transporte Público en un servicio eficiente, ajeno a las deficiencias actuales del servicio prestado: choferes capacitados, buses modernos y una nueva relación chofer-usuario y chofer-empresario. y Tercero, un completo programa de repavimentación de los ejes troncales y alimentadores del nuevo sistema de transporte: Alameda, Pajaritos, Santa Rosa y Gran Avenida. Parte de lo prometido ya puede verse: miles de modernos buses construidos por la Volvo en Brasil cruzando el Paso Los Libertadores, líneas de Metro casi finalizadas y autopistas urbanas funcionando a plena capacidad. Además, un gremio del transporte muchas veces irresponsable y temerario, pero también muchas veces atropellado por las disposiciones de las autoridades ha entrado a jugar en las nuevas reglas del transporte, lo que les permitió ganar diversos servicios troncales (2 de los 5 existentes) y la gran mayoría de alimentadores (buses que llevan a los usuarios a las grandes avenidas y en su defecto al Metro). Y todo a un precio no muy distinto a lo que recibe hoy los pasajeros. ¿cuadra?
Mi formación me permite tener claro que es muy diferente lo que se tiene en papel o en una maqueta y llevarlo a realizar: hablo de dinero, de entender las realidades sociales existentes, de la cultura de la población, de la legislación y la regulación y del control para mucho de lo que se proyecta. Un gran grupo de tecnócratas del Ministerio de Transportes en estos 15 años de Gobierno de la Concertación nos ha acostumbrado a desaguizados mayúsculos: reincorporación de los trolebuses a mediados de la década de 1990, y que en servicio duraron menos de 3 meses, una inversión por parte de los empresarios de US$120 millones!!! en la adecuación del sistema de cobro del pasaje en los llamados "cobradores automáticos", que se han convertido en cajas del misterio sin que nadie las ocupe, que permanentemente se echaban a perder por el general "buen estado" de las calles de nuestra ciudad y por la mala "cultura" de muchos de nuestros compatriotas, que no tenían nada mejor que echarle tierra, palos e incluso agua al rodillo donde uno ingresaba el dinero para poder entrar al microbus. Para que decir del estado de los microbuses, deterioro causado por parte de "gente" que más que subirse a un medio de transporte se subía a un WC andante y para que hablar de la inoperante restricción vehicular, que ha demostrado su poco efecto en la disminución de los índices contaminantes, por último, la gran inversión en pavimentación en la Alameda duro apenas 2 meses de buen estado...imaginarse solo a estas maravillas de buses adquiridos pasando en invierno por las calles inundadas de nuestro Santiago querido... para pensar no?.
Basta ya de tecnicismos de ingenieros que no conocen la realidad de las ciudades!!...que con suerte conocen los hoyos de Av Santa Rosa en las noticias y que se van muy tranquilos a sus casas utilizando la Costanera Norte. El transporte público lleva a más de 4.000.000 de personas a sus distintos destinos. El 85% de este lo hacen los microbuses. La ciudad debe ser pensada en esta gente, y lo que venden en bonitos powerpoint para los que ponen las "lucas" debe operacionalizarse. Los cambios radicales, son necesarios, pero muchas veces impracticables. Es necesaria una transición que, a la larga, permita lograr lo que se proyecta y que tome realidades y no proyectos. Nos prometían cambiar todo el sistema...y vemos que eso en la realidad está muy dificil de cumplirse. De nuestras autoridades depende: si hablaremos de una gran obra de Lagos para el Bicentenario, o de un nuevo revés del gobierno de la concertación en este tipo de políticas y uno de los bochornos más importantes en su gestión como presidente.

2 comentarios:

At 9:52 p. m. Nelson Alvarez said...

Los trolebuses fallaron porque no cumplían un requisito básico de las micros, salir de un destino poblado, pasar por el centro, volver a llenarse y llegar a otro destingo. Creo que era cosa de hacer un estudio con los verdaderos micreros para dar cuenta cuales son las claves del negocio. O por lo menos cuales son los que ganan más plata.

No creo que se trate de un mail negocio, cuando microempresarios compraban y renovaban máquinas constantemente, y uno como usuario sabe perfectamente cuales son los recorridos buenos y cuales son los malos.

Concuerdo contigo, en que el cambio total, en realidad será un cambio a medias, y tal como pasó con el tema de los cobradores automáticos (que según mi juicio fallaron por lentos en el proceso de cobro, ya que los redbus lo más bien que no se han echado a perder a pesar de los hoyos)

Queda una semana y aún nadie nos dice que pasará con las actuales micros amarillas... si habrá más movilización o será la misma... porque hay algo que nadie ha notado, y es que desde marzo más o menos que tenemos MENOS micros!!! y es mucho más frecuente tener que andar colgando.

 
At 10:56 p. m. Anónimo said...

Tu segunda afirmación, en cuanto a que Transantiago convertirá al Metro como eje estrusturante de toda la movilización, creo que no es cierta. Por las siguientes razones:

Se invirtió en ampliar la red en casi el doble, con 33 km de la Línea 4, para cubrir vía periféricas. En circunstancias que la Línea 1 está completamente saturada, convertida en un "cuello de botella" de la cual depende la captación de pasajeros que transbordan desde "todas las demás" líneas, que están en operación y en construción.

Cronológicamante, la decisión de construir la Línea 4 se tomó más de un año antes de formarse el Directorio del Transporte a cargo de Germán Correa.

En consecuencia, porque esta premisa básica, de que el Metro sea el eje estructurante de la movilización no se está cumpliendo, el TRANSANTIAGO no funcionará.

Si te interesa el tema y quieres participar en su solución, te invito a participar en la campaña "Estación Maipú", de www.atinachile.cl,, porque la discusión "está que arde"

 

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