• Índice de Libertad Económica 2005, puesto 11 de 155 países (primero en América Latina)
  
• Anuario de Competitividad Mundial 2005, puesto 19 de 60 economías (países y regiones) (primero en América Latina)
• Libertad Económica del Mundo: Informe Anual 2005, puesto 20 de 127 países (primero en América Latina)
• Foro Económico Mundial: Informe de Competitividad Global 2004-2005 - Índice de Crecimiento en Competitividad, puesto 22 de 104 países (primero en América Latina)
  
• Fundación Alemana Konrad Adenauer: Indice de Desarrollo Democrático de America Latina 2005, Primero en Latinoamerica.
• Transparencia Internacional: Índice de Percepción de Corrupción 2004, puesto 20 de 146 países (primero en América Latina)
  
• Índice de Globalización 2005, puesto 34 de 62 países (segundo en América Latina luego de Panamá)
• Foro Económico Mundial: Informe Global de Tecnologías de la Información 2004-2005 - Índice de Conectividad, puesto 35 de 104 países (primero en América Latina)
  
• Reporteros sin fronteras: Tercer índice anual de libertad de prensa mundial (2004), puesto 42 de 167 países (cuarto en América Latina luego de El Salvador, República Dominicana y Costa Rica)

No hay duda que hemos avanzado. Líderes en Latinoamérica, respetados como país, después de 17 años de penumbras, muerte y miseria. "La alegría ya viene" se decía en 1990...a la luz de estos resultados no habría nadie que pudiera objetar esto, más aún cuando se proyecta un crecimiento del PIB del 6.2% en 2005 y Superavit Fiscal histórico de US$4.500 millones. Los datos cuantitativos no lo son todo...detrás de ellos hay personas, con sus fracasos e inseguridades, con miedos y necesidades y que se cuestionan estos éxitos. Cuando hablamos de un sistema de previsión, en donde el 40% de la Población activa no tiene cotización y de ese 60% el 40% no tienen la pensión mínima de jubilación, cuando estamos presentes a sueldos y pensiones indignas y no hacemos lo necesario para cambiar esto, cuando nosotros como jóvenes no recibimos una buena educación, cuando como chilenos no recibimos una adecuada atención de salud, cuando tenemos que pagar por obras públicas que antiguamente eran de propiedad fiscal y que, supuestamente, se financiaban con la recaudación fiscal, cuando vemos que el gasto público social no ha dado importancia aún a la focalización y eficiencia de los millonarios recursos invertidos durante los gobiernos de la Concertación, cuando se invierte más en Defensa que en Salud y Educación juntos...¿qué está pasando con nuestro país, ese de los grandes acuerdos comerciales y como habría dicho Ricardo Lagos en la campaña presidencial del 2000 "país estrella del nuevo milenio". No podemos callar, menos cuando apoyamos esta gran obra desarrollada en los 16 años de gobierno. Como jóvenes espcecialmente es imperativo moral y por lo mismo es el papel de todos nosotros revertir como futuros profesionales esto, ver las correcciones al modelo económico, que para muchos es como un dogma inmodificable y sin dobles interpretaciones, abrir la participación ciudadana a todos y no a una pequeña elite, HACER ENTENDER QUE TODOS TENEMOS DERECHOS Y DEBERES y que nuestro trabajo debe estar puesto en el desarrollo de nuestra sociedad y no del "yo" individualista y egoista.

Por último, leía la última versión del Informe Latinobarómetro, que da cuenta de la situación en Latinoamérica de diversos tópicos, como

-La Democracia
-La Economía y sus expectativas
-La cultura cívica
-El estado de derecho
-La evaluación de los presidentes de los 18 países
-Integración regional
-Relaciones internacionales

Si bien nuestro país queda en buen pie comparativamente a nuestros vecinos, por ejemplo al respaldo a la gestión de nuestro presidente, en donde se valora la estabilidad política y económica alcanzada, en donde las instituciones son respetadas (a dignas excepciones...), en la poca percepción de corrupción existente, en la confianza del Estado como recaudador de impuestos, el bajo nivel de clientelismo comparativo, en la imagen "éxito" y "futuro"de nuestro país, el relativo consenso que existe en la economía de mercado como eficiente asignador de recursos , al papel que debe jugar la empresa privada en la economía, a la integración comercial que vive nuestro país y a los pocos temores que la población actualmente está viviendo, no podemos soslayar algunos indices que llaman a la preocupación, como la no toma de conciencia de los deberes como ciudadanos, el poco respeto a las autoridades políticas , la baja participación en asuntos que conmiten a la sociedad en su conjunto, especialmente en política, un país con escasa cultura cívica, con indices cercanos al 30% que cuestionan a la democracia como única forma de resguardo a las libertades y garantías constitucionales mínimas, un 35% que avalaria una intervención militar si esta le asegurara empleo y seguridad, un 36% que cuestiona a que la democracia sea el único sistema de gobierno que asegure al mediano plazo el desarrollo económico y que el 41% no considere a la democracia como preferible a cualquier otra forma de gobierno. Son estas situaciones las que me llaman a no tener una mirada autocomplaciente y a mejorar lo que estamos haciendo por nuestro país.

Cuando faltan 4 años, 10 meses y 19 días para el Bicentenario debemos asegurar esto, entender la integridad de nuestra nación, al que nace por nuestro comportamiento de personas íntegras, tolerantes, solidarias, educadas y participativas. Solo así podremos celebrar con muchas ganas nuestros 200 (192 a mi parecer) años como nación independiente, libre y soberana.